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The Jerusalem Post

Israel y la IA: ¿El futuro energético está a punto de cambiar?

 
  (photo credit: PIXABAY/WIKIMEDIA)
(photo credit: PIXABAY/WIKIMEDIA)

En Israel, los centros de datos operados por empresas como Microsoft, Google y Amazon actualmente consumen el 1,5% de la electricidad nacional, una cifra que se espera que aumente al 6% para 2030.

La inteligencia artificial es una de las tecnologías más transformadoras de nuestro tiempo, permitiendo un vasto análisis de información para mejorar la toma de decisiones en todos los sectores. En Israel, la IA está surgiendo como un motor de crecimiento e innovación. Sin embargo, aunque su creciente demanda de electricidad se discute ampliamente, su potencial para revolucionar el sector energético recibe mucha menos atención.

Según la Agencia Internacional de Energía, los centros de datos que respaldan la IA representan aproximadamente el 1% de la demanda global de electricidad y el 2-4% en economías importantes como Estados Unidos, China y la Unión Europea. Estas instalaciones, esenciales para las operaciones de IA, como entrenar modelos y ejecutar servicios basados en la nube, se agrupan juntas, aumentando la demanda energética local.

En Israel, los centros de datos operados por empresas como Microsoft, Google y Amazon actualmente consumen el 1.5% de la electricidad nacional, una cifra que se proyecta aumentará al 6% para el 2030.

 Inteligencia artificial (ilustrativo)  (credit: INGIMAGE)
Inteligencia artificial (ilustrativo) (credit: INGIMAGE)

Esto crea desafíos significativos para los planificadores energéticos, resaltando la necesidad de estrategias innovadoras para abordar eficazmente los desafíos energéticos localizados. Estos desafíos, junto con la creciente adopción de paneles solares, vehículos eléctricos y la construcción en curso, están poniendo tensión en la ya estresada red eléctrica de Israel, lo que requiere inversiones sustanciales en la expansión de la capacidad.

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Paradójicamente, mientras que la infraestructura de IA aumenta la demanda de energía, su potencial para optimizar y transformar el sector energético sigue siendo subutilizado. La IA ofrece herramientas para enfrentar los mismos desafíos a los que contribuye, como la optimización del rendimiento de la red e incorporación de fuentes de energía renovable en la mezcla energética de Israel.

Soluciones energéticas revolucionarias de la IA

La IA proporciona soluciones revolucionarias para los desafíos energéticos al optimizar la generación, distribución y almacenamiento de energía. La planificación de transmisión impulsada por IA identifica ubicaciones óptimas y capacidades para nuevas líneas de energía, mejorando la eficiencia a través de la calificación dinámica de las líneas. Esta tecnología calcula las calificaciones de los conductores basadas en condiciones meteorológicas en tiempo real en lugar de suposiciones de "peor caso", lo que aumenta la confiabilidad de la red.

Otra aplicación transformadora son las Plantas Virtuales de Energía, que integran diversos recursos energéticos para apoyar la red eléctrica. La inteligencia artificial gestiona fuentes de energía descentralizadas, como paneles solares en tejados y electrodomésticos inteligentes, al predecir la demanda energética y alinearla con la oferta renovable. Esto reduce la dependencia de costosas plantas pico - instalaciones que operan solo en momentos de demanda máxima - y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.

En el almacenamiento de energía, la inteligencia artificial puede predecir cuándo se pueden almacenar los excedentes de energía renovable y programar la liberación de energía para maximizar la estabilidad de la red. Incluso puede convertir los vehículos eléctricos en activos energéticos a través de programas de red vehículo-a-red, donde las baterías de los vehículos eléctricos suministran energía durante la demanda máxima.

A pesar de su potencial, la adopción de la inteligencia artificial a nivel global y nacional enfrenta desafíos. En primer lugar, la preparación de la fuerza laboral es limitada, ya que aplicar inteligencia artificial requiere experiencia en operaciones de red y aprendizaje automático. En segundo lugar, los marcos regulatorios y los incentivos de mercado a menudo desalientan a las empresas de servicios públicos a invertir en soluciones innovadoras de inteligencia artificial.

También existen riesgos asociados con la inteligencia artificial en el sector energético. Los sistemas mal diseñados o mal entrenados podrían tomar decisiones defectuosas, causando potencialmente daños en equipos o cortes de energía. Mitigar estos riesgos requiere pruebas rigurosas, monitoreo y mecanismos robustos de seguridad adaptados a las demandas únicas de la red de Israel.

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Para aprovechar el potencial transformador de la inteligencia artificial, Israel debe actuar de manera decisiva. Los responsables políticos deberían establecer regulaciones claras para la inteligencia artificial en el sector energético, asegurando responsabilidad y seguridad. El desarrollo de estándares nacionales de datos para operaciones de red puede desbloquear la capacidad de la inteligencia artificial para optimizar el uso de energía.

La colaboración entre la academia, la industria y las empresas de servicios públicos debe ser priorizada para avanzar en las aplicaciones de inteligencia artificial en las metas nacionales de energía renovable, reducción de emisiones y eficiencia energética.

La inteligencia artificial no es solo una herramienta; es un camino hacia un futuro energético más inteligente y seguro para Israel. Al abrazar estas tecnologías, Israel puede fortalecer la resiliencia energética, reducir las emisiones y posicionarse como líder global en soluciones innovadoras de gestión energética.

El escritor es el director del Instituto Yannay para la Seguridad Energética en la Universidad Reichman.

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